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Enetemec

Fuimos un momento a empolvarnos la nariz

Supongo que se habrán dado cuenta del nuevo estado de letargo que otra vez se ha adueñado de la bitácora, sueño del que vamos a despertar en breve.

Ya estamos maquinando alguna cosilla nueva, amén de seguir con las de siempre. Esperando que todos ustedes nos sigan leyendo, o al menos algún descarriado que todavía se acuerde de nosotros.

Regresaremos pronto con novedades, como ya he dicho. Hasta entonces, dentro de nada, se lo prometo, que ustedes lo pasen bien.

Arte thrash

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Mientras preparamos otros artículos de mediana extensión, entr ellos por supuesto el siguiente post acerca de los Python, he decidido dejarles hoy con un conjunto de obras que me gustan.

 

Ya hablamos someramente en esta santa casa del thrash metal, muy particularmente de su etapa ochentera (la más reconocida y de más calidad en mi modesta opinión). En aquel repaso tuvimos a bien mostrarles algunas portadas de ciertos discos capitales del género, pero bajo mi punto de vista faltaban algunas más que me parecen definitorias del estilo de tapa de disco de la época y del estilo en concreto.

 

Hoy vamos a completar la selección de portadas de álbumes con unas cuantas más; igual recupero alguna que ya colgué en su momento y probablemente se cuelen otras que si bien el disco al que acompañan llegó más tarde de la década de los ochenta están empapadas de la estética de entonces. Espero que las disfruten.

 


 

Evildead Annihilation Of Civilization

 

Un ejemplo perfecto de portada thrasher ochentera, con unas características que se repiten en todas las tapas del mismo estilo:

 

  • Dibujo tipo comic americano de la época.

  • Temática apocalíptica, centrada sobre todo en lo nuclear y sus consecuencias (ya dijimos algo sobre esto en el artículo de marras acerca del thrash metal); también pueden encontrarse críticas directas a la televisión, al poder establecido, a la religión... al sempiterno sistema. Preocupación también por la contaminación, el ecologismo...

  • En ocasiones, no es este el caso, se ensalza un aspecto del supuesto estilo de vida thrasher: alcohol, pogo y diversión.

 

 

 

MegadethPeace Sells...But Who's Buying?

 

Vic Rattlehead, mascota de la banda de Dave Mustaine, pone un cartel de Se vende junto al edificio de las Naciones Unidas, bajo un oscuro cielo rojo, presumiblemente como resultado de la polución. Thrash a más no poder.

 

 

 

AnthraxSpreading The Disease

 

Lo que fijándose un poco parece un thrasher (chupa vaquera con alguna chapa, pantalones vaqueros y botas) es sometido a análisis por una persona enfundada en un traje antiradiación. Veremos nuevamente el mismo traje en la próxima portada, aunque esta me parece deliciosa: si nos paramos a pensar, casi se convierte en meta-lenguaje al enfrentar a una figura que bien podría ser el oyente o el músico a uno de los temores más extendidos de la época, véase lo relacionado con un desastre nuclear.

 

 

SodomPersecution Mania

 

El recelo de la energía nuclear y la experimentación con sustancias químicas no era exclusivo de E.E.U.U.; al otro lado del Atlántico los alemanes Sodom dejaban clara su postura en discos como éste. El trabajo posterior, Agent Orange, tampoco le va a la zaga ni en cuanto a calidad para mi gusto ni en cuanto a mensaje.

 

 

 

Tankard Chemical Invasion

 

También teutones, Tankard son conocidos por dedicar al menos un tema a la cerveza en todos y cada uno de sus discos. Sin embargo, y además de haber creado himnos alcohólicos como The Morning After o Space Beer estos metaleros europeos también reflexionaban acerca de lo químico y lo humano.

 

 

Violator Chemical Assault

 

En una sola portada se encuentran todos los tópicos del género: el Apocalipsis nuclear, el miedo a lo químico, el thrasher con resaca... Violator es una de las cabezas visibles de un revival del thrash ochentero que de un tiempo a esta parte está saturando el panorama metalero internacional, y que literalmente copian las maneras, el mensaje y la estética del thrash de los ochenta en todas sus vertientes.

 

 

 

ToxikWorld Circus

 

 

 

CarnivoreRetaliation

 

 

 

 

 

 

Monty Python (2.1): It's...

 

Antes de que se me olvide, me gustaría recomendarles la lectura del libro La autobiografía de Monty Python por Monty Python, recientemente editado en castellano en nuestro país; a través del testimonio de los Python se construye la historia del grupo, aderazada con multitud de fotos y documentos que tienen que ver con los cómicos. Ni que decir tiene que es uno de los libros de cabecera de este humilde servidor.

 

Este post inaugura una serie pequeña de artículos dentro de la gran serie de ídem que va a componer, espero, el ciclo Python, y que van a hacer referencia a las dos primeras temporadas de Flying Circus.

 

En concreto, hoy analizaremos la pieza que inaugura el circo. Y digo inaugura no solo porque supusiera el prefacio a toda la serie ni porque fuera lo primero que apareció en las pantallas inglesas bajo el nombre de Monty Python, sino porque verdaderamente supone el arranque de todo el universo Circus. Es una declaración de intenciones, una presentación y también en ella se encuentran ciertos rasgos que más tarde se desarrollarían ampliamente pero que ya en estos primeros segundos de emisión ponían las cartas sobre la mesa. Para que luego no dijera nadie que no lo habían advertido.

 

Ruego detengan la reproducción en 00:52

 

 


 

 

Desde el primer minuto (en realidad ni siquiera alcanza los sesenta segundos) los Python le mostraron al personal que lo suyo era otra cosa. El famoso And now for something completely different llegó mucho antes que el sketch de Arthur “Two Sheds” Jackson, y lo hizo de mano de un náufrago encarnado por Michael Palin. Un pistoletazo de salida de lo más acertado, porque el fragmento de arriba:

 

  • Muestra que los Python tenían muy claro que iban a imprimirle el ritmo que quisieran a su show, mostrando 51 segundos “en los que no pasa nada”, 51 segundos de un tío corriendo en el agua, del que no sabemos por qué corre y del que no sabemos si debemos reírnos hasta el último momento. Si se fijan, las risas enlatadas que se oyen no suenan con la convicción con la que en otros sketchs lo hacen; una tontería que no me parece tan imbécil.

  • Supone un claro ejemplo de una práctica en mi opinión muy definitoria del savoire-faire pythoniano, y que no es otra que la manipulación de la que se supone que es la estructura clásica de un sketch, haciendo de esa manipulación la clave de la gracia del mismo. En este caso concreto, después de la desconcertante carrera de Palin el espectador medianamente conocedor de cómo se hace un chiste sabe y espera que el señor que se ha pegado tamaño sprint ha de decir algo gracioso. No hay gracia empero. Y ahí está la gracia. Me atrevo a decir que un gran número de chistes de Monty Python son en cierto modo la cara opuesta a un chiste, porque a priori no son cosas de las que uno tendría que reírse; aquello que comentaba en el post que inauguró este estudio del uso de los propios mecanismos de la lógica a favor de su proyecto. El propio Eric Idle comenta por cierto en la autobiografía del grupo que esta inexistencia del llamado remate del chiste era algo completamente premeditado por parte de todos.

 

Esta huída del convencionalismo estructural humorístico (desplegada luego a lo largo de Flying Circus de otras formas) es un riesgo a la hora de provocar la risa, pero es al mismo tiempo y en el fondo una buena manera de suscitar la carcajada del espectador. Michael Foucault, en su obra Las palabras y las cosas. Una arqueología de las ciencias humanas habla de un texto de Borges en el que aparece una absurda clasificación de animales, que para el filósofo es imposible ser pensada. Según el antropólogo Jacinto Choza en su obra Antropología filosófica. Las representaciones del sí mismo esta imposibilidad de pensar la absurda clasificación de Borges le produce risa a Foucault porque éste percibe los límites del pensamiento y burla el conocimiento. ¿A quién puede divertir esta burla?, de nuevo según Choza: a quien cree que el conocimiento no es lo excelso sobre todas las cosas. Todo esto se resume para mí, y vuelvo de nuevo con el permiso de ustedes al primer artículo de esta serie y me cito a mí mismo (siempre había deseado hacerlo, se lo confieso): ser lo suficientemente idiota, desde el punto de vista que precisamente ha ido haciendo esos asuntos respetables [en el caso del choteo de Foucault, el asunto respetable es el conocimiento] como para caer en la cuenta de que esos malditos asuntos son susceptibles de ser tomados por el pito del sereno, ridiculizados, cuestionados y mostrados en su absoluta necedad. Volviendo una vez más atrás: Monty Python quisieron hacer reír con lo que no tendría que hacer gracia, y por ello se reían algunos. Ya saben, aquellos un poco idiotas.

 

La subversión, con todas sus letras, de la que ya hablábamos por aquí siguió su curso y se desplegó más tarde de varias maneras en las que llegado el momento nos detendremos, pero la base ya se encuentra en la pieza del náufrago. Un personaje que ya avanzado Flying Circus se tornó en una figura representativa de los Python pero ya a otra escala, como el gumby, algo que evidencia cómo lo subversivo llegó a devenir en lo referencial. Pero sobre eso ya volveremos en su momento.

 

 

Sacrificio en vano

 

Desde que vengo escuchando a señores con melena tocando la guitarra eléctrica enfundados en pantalones cuatro tallas por debajo de la propia me he percatado de que si algo hace grande al hard rock y al metal son los segundones. Quizá sea una deficiencia de oído particular la que me impide calificar como mierda álbumes que en otras manos son pasto de la papelera de reciclaje, o simplemente es la tontería y la apetencia propias las que rigen los mecanismos que me hacen sentir pasión por muchos seres humanos que dentro del rollo no despuntan.

 

El caso que hoy nos ocupa es la de una voz privilegiada que se esconde tras el nombre de Mark Slaughter. Aún recuerdo la primera vez que me enfrenté a sus agudos gritos: mi señora me pasó el adorable desde cualquier punto de vista videoclip de Love Kills, simpatiquísimo tema de Vinnie Vincent Invasion (para más información sobre este, para mí, uno de los máximos representantes del personajismo en el rock acudan al fantabuloso artículo que el excelso señor Viruete tuvo a bien subir a su web tiempo ha) presente en la bso de Pesadilla en Elm Street 4. Servidor, conocido gourmet del metal más extremo y rancio también tiene su lado más cock rock, y la descacharrante y fantabulosa voz altísima de Slaughter me cautivó. Sin embargo, fue una de las cosas que ahí se quedan y en las que uno no indaga mucho más.

 

 

 

 

Ando ahora recuperando el glorioso primer trabajo de la ya citada banda de Vinnie Vincent, disco homónimo en el que maese Mark puso su angelical y hardrockera voz al servicio del masturbamástiles de Vincent. Y sigo sin entender como este buen hombre no se hizo un nombre más grande y con letras más brillantes en el mundillo. Amén del amplio registro por arriba, lo que yo llamo cantar como una niña de 5 años, para mi gusto el americano tiene un feeling bastante importante, y por si esto no fuera poco tenía el amigo un pelazo y una pose muy de lo suyo. A mí me da cierto morbo, no lo niego.

 

Después de acompañar al ex-Kiss Vincent durante dos discos, don Slaughter puso pies en polvorosa y creó su propio grupo junto a Dana Strum, bajista de la banda a la que acababa de dejar, llamándolo sencillamente Slaughter, en el que por cierto también se colgó la guitarra. Por lo que tengo entendido aprovechó parte del contrato de su antiguo jefe (cancelado al parecer por que el amigo Vinnie se pulió el presupuesto asignado para su proyecto por la compañía en poco tiempo) para publicar más discos con su banda en solitario, continuando con el estilo hard ’n’ heavy que tan bien se le daba.

 

Este señor, al menos en Europa y por lo que sé no se ha comido un colín, y como digo me da rabia porque es puro hard rock. Si algún grupo más prodigo por estos lares hubiese tenido la para mí genial idea de ficharle este que aquí escribe igual tendría menos discos de death metal en la estantería.

 

A día de hoy, Mark Slaughter trabaja como actor de doblaje y compositor para la televisión. Tengo por ello la esperanza de oír sus cuerdas vocales atronando en algún film de Pixar, e incluso si fuera posible oír algún tecladillo y alguna batería con reverb en la sintonía del telediario me pondría muy contento.

 

 

 

 

Es tan guapo... a Mark Slaughter me refiero

 

Portadismo pajil

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Que mi pareja no solo respete mis gustos sino que además comparta gran número de ellos es algo realmente grandioso, ya que no va a censurar que me agencie un libro pajerístico, es más, incluso puede llegar a recomendármelo.

 

Esto viene al caso porque hace un par de días, de paseo por una librería delante de la que abré pasado cientos de veces en mi vida pero a la que nunca había prestado atención, hasta que me acompañé a mi señora a comprarse miniaturas de soldados de ejércitos antiguos (como ven, no es uno el único con pajerez), vi en una estantería un libro que me llamó la atención por su portada: el dibujo de un grupo de serpientes atacando en el agua a un hombre con cara de habérselo hecho encima, todo en un look muy cincuentero. Cristina me comentó que conocía el tomo y que tenía buena pinta, y entre su empuje a agenciármelo y el precio popular consiguieron que me lo llevase a casa.

 

Resulta que cuando le di un vistazo por encima me di cuenta que ya había ojeado el ejemplar antes en la Fnac de aquí, pero lo había dejado correr, muy probablemente porque ya llevaría en las manos tres o cuatro discos y quise ponerme un límite. Men's Adventure Magazines es un repaso a las portadas de las revistas de historietas pulp zetosas Usa desde el final de la década de los 20 hasta el ócaso de los 60. Amén de la historia del desarrollo de este tipo de publicaciones, el grueso del libro lo componen como no podían ser de otra forma una cantidad ingente de portadas de la época, agrupadas tomando como referencia sus protagonistas: animales atacando, piratas, amenazantes extranjeros...es una delicia comprobar la proliferación de nazis malignos (hay una portada sobre Hitler que si puedo, colgaré algún día en nuestro hogar), tías medio en bolas, bichos fuera de quicio y aborígenes cabreados de aquellos entonces, y como digo solo le he dado una ojeada rápida, y unas primeras páginas de la introducción. Y la cosa promete muchísimo. Los textos del libro, eso sí, están en inglés, alemán y francés, cosa que puede echar para atrás a alguien pero que a mí me está sirviendo para repasar y aprender más a fondo el idioma de Shakespeare.

 

Lo edita la casa Taschen, que por cierto, tiene otros tochos en su haber muy suculentos, entre otros uno para mi gusto magnífico que compró Cris sobre cartelería de propaganda china desde los primeros años de Mao, y a unos precios creo que baratos para lo que ofrecen. Las Navidades no están tan lejos como parece...

 

A propósito, la visión de la contraportada del libro confirmó una vez más lo que vine a decir en una ocasión en el para mí imprescindible Blog Ausente: los caminos del bizarrismo son diversos y en cualquier lugar puede surgir una sinapsis; ya saben que de un tiempo a esta parte ando enganchado a Zappa y su mundo; resulta que uno de sus discos se llama Weasels Ripped My Flesh, la portada es ésta, y su origen viene de la proposición del Maestro al dibujante Neon Park de hacer, literalmente, algo peor que esto. Resulta que en la tapa de atrás de Men's Adventure, aparece en letras grandes letras rojas Weasels Ripped My Flesh, y dentro del volumen en sí aparece una portada muy parecida a la segunda que les he mostrado (en el caso de la que aparece en mi libro, la cosa va más allá porque lo que atacan al caballero no son comadrejas, weasels, sino ardillas voladoras. ¿No les entran ganas de irse corriendo a comprárselo?). Y compro el tocho en un momento de adicción zappiana. ¿Se dan cuenta? El pajerismo me habla a través de portadas de revistas y de tíos con bigote que tocaban la guitarra.

Monty Python (1): Our fathers' fathers' fathers' fathers

Cuatro ingleses, un galés y un americano se dieron cuenta desde el principio... ¿El principio de qué? ¿Es que acaso empezaron algo realmente? ¿Sentaron la base de lo que sea? Sí y no.

 

Es considerado en muchas ocasiones Monty Python’s Flying Circus como el germen de lo que vino después, y en realidad no es otra cosa que el resultado de la convergencia de una serie de historias que venían de más atrás. Flying Circus es una consecuencia, un producto final que fue (por fortuna para muchos de nosotros) alargado, se diversificó, se desmembró y se diluyó en otros formatos. El Circo Volante de Monty Python supone un culmen, y no dio pie más que a sí mismo.

 

Muchísimo antes de Mr. Creosote, significativamente anterior a Brian, mucho más atrás en el tiempo que Sir Robin, antes que The Ministry Of Silly Walks, Cleese, Palin, Jones, Gilliam, Idle y Chapman ya andaban haciendo el ganso por ahí. Palin y Jones se conocieron en la facultad y rápidamente empezaron a trabajar juntos en obras de teatro; Idle metía sus guiones donde podía, incluso en el show del en su momento famoso David Frost,y acabaría creando Do Not Adjust Your Set con los mismísimos Palin y Jones, un programa supuestamente para críos pero que ya tenía grandes componentes “circenses”; Gilliam siempre había sido un culo inquieto, y pelado lo tenía de recorrer revistas satíricas con sus dibujos, un día se cruzó con Cleese y éste los mandó a donde Palin, Jones e Idle a hacer monigotes; Cleese y Chapman llevaban sobre sus espaldas una carrera bastante importante, con cosas como At Last The 1948 Show (en el que participaba por cierto el señor Marty Feldman, Igor en El Jovencito Frankestein, y a la sazón muy presente a lo largo de toda la trayectoria de los Python). Vamos, que no eran novatos los muchachos.

 

Lo de empezar de cero en el caso de Flying Circus no es ajustarse a la realidad, en ningún sentido. No venía de cero como hemos visto y desde luego, no supuso el punto cero, el origen de nada. Pues And Now For Something Completely Diferent, Monty Python’s Holy Grail, Monty Python’s Life Of Brian y Monty Python’s Meaning Of Life no son productos derivados sino, al fin y al cabo, distintas presentaciones de la misma cosa. De idéntico savoir-faire. Con ingredientes afines, que ya iremos analizando. Del mismo espíritu, diantre. Con el mismo material, con el que los cuatro ingleses, el galés y el americano de marras crearon el chiste más gracioso del mundo.

 

Vale, les contaré el secreto: en realidad, me podía haber ahorrado todo lo anterior y haber dicho que Monty Python’s Flying Circus surgió de una llamada de teléfono. Cleese y Chapman veían todos los días Do Not Adjust Your Set, les pareció buena idea hacer algo con Palin, Gilliam, Jones e Idle y allá que los llamaron. Muy Python esto, ¿no les parece?

 

 

 

 

 

 

Monty Python (0): The Funniest Joke In The World

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Aquello de que la capacidad de reírse es lo que nos diferencia de la mayoría de los animales siempre me sonó a un intento por alejarse de una gilipollez que se le presupone a los bichos; sin embargo y como yo lo veo la risa nos vuelve a todos un poco imbéciles, al menos mientras dura la carcajada.

Un numero ingente de animales come, defeca, mea, folla y adiós muy buenas, la persona a lo largo de su historia ha ido creándose otros problemas que en realidad me temo que están todos en su cabeza, problemas que se han ido equiparando al mear, alimentarse y fornicar en la escala de necesidades y de asuntos respetables. Y a esto me refiero cuando hablo de volverse pelín tonto con la risa: ser lo suficientemente idiota, desde el punto de vista que precisamente ha ido haciendo esos asuntos respetables, como para caer en la cuenta de que esos malditos asuntos son susceptibles de ser tomados por el pito del sereno, ridiculizados, cuestionados y mostrados en su absoluta necedad.

Cuatro ingleses, un galés y un americano se dieron cuenta pronto de la tontería general y la aprovecharon al máximo, mofándose de todos esos constructos de los que hemos hablado y haciendo uso de los propios mecanismos de la lógica impuesta para subvertir todo lo que encontraron a su paso.

Aquí empiezan una serie de post que, espero, nos vuelvan a todos un pelín gilipollas.

 

La grandeza de lo lolailo

Vivir en una casa llenísima de gente y cada uno de su padre y de su madre, en este caso los mismos por ser hermanos, le curte a uno en muchas cosas, entre ellas en las particulas melomanías de cada cual.El amor fraterno expresado en horas de techno rancio a volumen infinito y el importante tabaquismo de casi todos los habitantes de mi hogar me dieron una oportunidad en el momento de enfrentarme a mis primeras y jóvenes noches de discoteca, así como la mezcla de Paco De Lucía y Dire Straits con dosis de El Último De La Fila y Triana son en parte germen de mi amor por igual a Venom y a Camarón. De esta extraña mezcla es culpable directo mi hermano Antonio, quien fue el último de mis hermanos en irse de nuestra vivienda, es el más pequeño de ellos y es con el que he compartido y sigo compartiendo más tiempo, pues a día de hoy es mi compañero de trabajo.

Este buen hombre y sus colegas tuvieron como banda sonora en una época sus vidas una serie de grupos/cantantes que mucho antes de Andy Y Lucas, Rebujitos y demás consorcios del flamenquito moderno ya se atrevieron a aportar su particular visión del género flamenco hace años. Como os digo la proximidad en edad y en espacio con mi hermano era enorme, y era pues inevitable que esos mismos ídolos de la canción que tenían los arriba citados se convirtieran en referentes para mí.

Ha pasado el tiempo y el gusto por esos músicos sigue ahí. Desconozco si por inercia, porque, lo confieso, en su momento fui un poco niñato o porque a lo largo de mi existencia me he ido encontrando con gente a la que también le gusta este rollo (huelga decir que Cris comparte la apetencia por el estilo), pero el caso es que la pasión continúa. Seguramente un factor imporante a tener en cuenta es que esta música es muy grande.

Este post va a daros muestra de qué hablo, en un viaje estratosférico plagado de wonder hits. Al final del artículo os hacéis un recopilatorio para el coche, ya veréis.

 

Tijeritas - Cambia Tu Forma De Ser

 

 

 

 

No sé si alguno de vosotros ha escuchado la celebérrima Como El Agua de Camarón De La Isla; el final del tema es un feed out que una voz de fondo gritando el título de la canción que hace el término del track épico. La garganta privilegiada que profiere los agudos que desgarran el aire pertenece a José Soto El Tijeritas, mote que como el mismo explica en su canción Me Lo Puso Camarón le otorgó el cantante de San Fernando, según mi hermano porque cortaba mucho las grabaciones. En este tema le acompañan otros titanes como son Los Chunguitos, a uno de los cuales se le escucha expresamente en eso de que son viejitos ya. Nótese ya uno de los temas líricos predominantes en este tipo de composiciones: la mala vida, sobre todo en lo referente a las drogas.

Aparte está el escenario, el vestuario de José y la coreografía, que deja al Ballet Zum hundido en el barro. Recomiendo encarecidamente otros temazos suyos como por ejemplo Del Sur A Cataluña o Se Tiene Que Ir, en el que un padre explica a su retoño que su madre va a irse de casa. Temática social y comprometida, para esos que dicen que esta gente solo canta tonterías.

 

 

Junco - Hola Mi Amor

 

 

 

 

A este señor de pequeño siempre lo confundí con Chiquetete, a la sazón primo de La Pantoja de Ehpaña. Junco es uno de los muchísimos one hit wonders que de vez en cuando recupera alguna gala de Canal Sur (la televisión local de Andalucía, como Telemadrid pero en masón) o aparece en un programa el 28 de febrero. En el año 2000 relanzó este tema con arreglos distintos, más acordes a los tiempos. Yo personalmente me quedo con los originales, con el regustillo a teclado de la cabra que constituye para mí uno de los encantos de estas canciones.

 

 

Los Calis - Heroína

 

 

 

No es una casualidad que de los barrios marginales y conflictivos salieran estos artistas y en allí mismo tuvieran más seguidores, pues sus habitantes se sentían plenamente identificados con las historias que contaban esta gente. Una vez más el tema de la droga, en esta ocasión con un mensaje claro: más chutes no. Con canciones como esta, no entiendo la manía del Gobierno de hacer campañas antidroga. Si regalasen discos de Los Calis a la puerta de los colegios, seríamos sin duda más felices.

 

 

Manzanita - Un Ramito De Violetas

 

 

 

 

 

De versiones está este mundillo lleno, y para mi gusto en algunas ocasiones van más allá de la original. Este tema del por desgracia difunto Manzanita, original de Cecilia, lo he podido escuchar cientos de veces y aún me humedece los ojos y me pone los pelos para colgar llaveros, sobre todo ante el final que no por tópico es menos auténtico. Mención especial a la pronunciación de un ramito de violetas, sí. Su hijo, que en un mítico concierto de hace ya años grabado por mi hermano el mismo Manzanita presenta a la audiencia continúa hoy llevando el arte de su progenitor allá donde lo llamen. No me digáis que tener a este señor en una fiesta de cumple no rockearía.

 

 

Pepe Da Rosa - Sevillanas De Los Cuatro Detectives

 

 

 

 

Otro fallecido al que su hijo sigue rindiendo homenaje con su trabajo, en el caso de Pepe Da Rosa Jr. en Canal Sur Radio (Canal Sur es con los artistas andaluces como Tarantino con los viejos actores en decadencia como véis). Pepe Da Rosa no le cae bien a alguna gente, por aquello de que es muy sevillano. El famoso vinilo de este grandísimo personaje, con el mítico nombre de Las Cosas De Pepe Da Rosa todavía está dando vueltas por mi casa, y en él no solo canta esta bella copla que os he puesto y otras más, sino que encara una serie de monólogos mucho antes de que Joaquín Reyes y cía. y El Club De La Comedia se metieran en nuestras casas todo el santo día.

 

 

Sombra Y Luz - Abuela

 

 

 

 

De la existencia de Sombra Y Luz supe hace poco, pero eso no ha impedido que este tema se concierta en canción de cabecera de mi playlist mental. Alguien que suele venir a nuestro trabajo le contó a mi hermano que estuvo en este grupo, pero que cuando decidieron tomarse su carrera más en serio él prefirió buscarse el curro en otro sitio. La veracidad de la historia la desconozco, pero prefiero mantener el mito.

 

 

 

Azuquita - Esta Sí, Esta No

 

 

 

 

Antonio no fue el único de mis hermanos que me metió este tipo de soniquete en el cerebro, y en el coche de mi hermana Mercedes (somos 6 hermanos, tres y tres, por si a estas alturas os preguntáis a quién me refiero cuando digo mi hermano) la cinta de Azuquita se cansó de dar vueltas en el cassette. Bajo mi punto de vista el tema de Chimo Bayo pedía a gritos un ritmo techno-rumba como el del muchacho de la coleta. La de Gorilón me gustó un poco menos.

 

 

Requiebros - No Me Riñas

 

http://goear.com/listen.php?v=bd0ee97 (no me deja poner el reproductor directamente, perdonad las molestias)

 

 

Para darse cuenta de que los tiempos han cambiado no es necesario observar la situacion geopolítica ni ponerse a rebuscar entre los archivos de ninguna biblioteca: basta darse cuenta de la cantidad de canciones que a día de hoy no se podrían haber compuesto y mucho menos tocado. Requiebros es un grupo de sevillanas bastante famosete en el sur de la Península del que, escuchando la letra de este tema, no podemos decir que sean de ninguna asociación de mujeres. Y no hace mucho tiempo que estas cosas hacían gracia.

 

 

Bordón 4 - Que Cara Más Bonita

 

http://goear.com/listen.php?v=a36f7ab

 

 

Durante un tiempo se llevó en el mundillo niñatil de esta ciudad el breakbeat, y como consecuencia de la moda cientos de canciones de todos los estilos se mezclaron con ritmo chunda chunda, entre ellas un par de marchas de Semana Santa, cosa  que no sentó nada bien al sector cofrade sevillano, e incluso se llegó a los tribunales (un caso parecido al de los paisanos Narco y aquel videojuego, Matanza Cofrade, que regalaron con uno de sus discos y que consistía en acribillar nazarenos, vírgenes y cristos zombies. Lo seriezetoso siempre tan incomprendido). Polémicas a parte, esta tontería de canciones de breakdance imposibles me permitió conocer a los Bordón 4, banda que más tarde supe que es bastante querida entre el público asiduo de las gasolineras. Destacable el adorno de música con aire árabe al principio, muy setentero él.

 

El Príncipe Gitano - Ob La Di Ob La Da

 

 

 

El nunca suficientemente reivindicado Príncipe Gitano se hizo internacionalmente famoso con el In The Ghetto y el choteo de la peña con el tema, pero este grandísimo ser no es cantante de un solo éxito. Amén de una carrera medianamente reconocida entre los entendidos del flamenco más clásico, el hijo del rey caló ha gustado siempre de versionar a otros artistas, y si ya hizo lo propio con Elvis y con este clásico de los Beatles, no menos grande es su visión del Delilah de Tom Jones, con un ritmo que particularmente creo que le vendría muy bien a la canción original.

 

 

Los Chichos - La Historia De Juan Castillo

 

 

 

 

He dejado para el final la canción que más me pone del grupo que más me encandila de este estilo. Para mí, Los Chichos son los más grandes en lo suyo. Y no lo estoy diciendo de coña. En sus canciones hay todo un retrato de una forma de vida y un estrato de la sociedad que llegaron a conocer muy de cerca, pues se metieron de lleno en el mundo de la droga sobre el que tantas veces habían cantado. Jeros, el del medio, acabó hasta matándose.

A mí me gusta decir que Los Chichos son Los Tigres Del Norte españoles, pero en vez de narco-corrido practican la rumba con arreglos de rock (finales de los setenta, el rock, el flamenco y la psicodelia iban muy de la mano, ya lo contamos aquí) y posteriormente techno. Toda su discografía es recomendable, pero sobre todo temas como Esto Sí Que Tiene Guasa, Yo Quiero A Mai, El Vaquilla, Te Vas Me Dejas...se nota que les tengo cariño. Además, una de las primeras conversaciones que mantuve con Cristina se dio gracias a que me puse a cantar un tema de estos señores, por lo que el aprecio es aún mayor.

 

 

Cuando en las discotecas ponían este tipo de música para echar a la gente, conseguían que tuviera ganas de quedarme. Y es que con los discjockeys nunca me he terminado de entender. Lo importante es que en vuestra colección particular le dejéis un hueco a este género, porque como habéis comprobado está lleno de joyas. Todo es cuestión de ponerse.