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Enetemec

Sacrificio en vano

 

Desde que vengo escuchando a señores con melena tocando la guitarra eléctrica enfundados en pantalones cuatro tallas por debajo de la propia me he percatado de que si algo hace grande al hard rock y al metal son los segundones. Quizá sea una deficiencia de oído particular la que me impide calificar como mierda álbumes que en otras manos son pasto de la papelera de reciclaje, o simplemente es la tontería y la apetencia propias las que rigen los mecanismos que me hacen sentir pasión por muchos seres humanos que dentro del rollo no despuntan.

 

El caso que hoy nos ocupa es la de una voz privilegiada que se esconde tras el nombre de Mark Slaughter. Aún recuerdo la primera vez que me enfrenté a sus agudos gritos: mi señora me pasó el adorable desde cualquier punto de vista videoclip de Love Kills, simpatiquísimo tema de Vinnie Vincent Invasion (para más información sobre este, para mí, uno de los máximos representantes del personajismo en el rock acudan al fantabuloso artículo que el excelso señor Viruete tuvo a bien subir a su web tiempo ha) presente en la bso de Pesadilla en Elm Street 4. Servidor, conocido gourmet del metal más extremo y rancio también tiene su lado más cock rock, y la descacharrante y fantabulosa voz altísima de Slaughter me cautivó. Sin embargo, fue una de las cosas que ahí se quedan y en las que uno no indaga mucho más.

 

 

 

 

Ando ahora recuperando el glorioso primer trabajo de la ya citada banda de Vinnie Vincent, disco homónimo en el que maese Mark puso su angelical y hardrockera voz al servicio del masturbamástiles de Vincent. Y sigo sin entender como este buen hombre no se hizo un nombre más grande y con letras más brillantes en el mundillo. Amén del amplio registro por arriba, lo que yo llamo cantar como una niña de 5 años, para mi gusto el americano tiene un feeling bastante importante, y por si esto no fuera poco tenía el amigo un pelazo y una pose muy de lo suyo. A mí me da cierto morbo, no lo niego.

 

Después de acompañar al ex-Kiss Vincent durante dos discos, don Slaughter puso pies en polvorosa y creó su propio grupo junto a Dana Strum, bajista de la banda a la que acababa de dejar, llamándolo sencillamente Slaughter, en el que por cierto también se colgó la guitarra. Por lo que tengo entendido aprovechó parte del contrato de su antiguo jefe (cancelado al parecer por que el amigo Vinnie se pulió el presupuesto asignado para su proyecto por la compañía en poco tiempo) para publicar más discos con su banda en solitario, continuando con el estilo hard ’n’ heavy que tan bien se le daba.

 

Este señor, al menos en Europa y por lo que sé no se ha comido un colín, y como digo me da rabia porque es puro hard rock. Si algún grupo más prodigo por estos lares hubiese tenido la para mí genial idea de ficharle este que aquí escribe igual tendría menos discos de death metal en la estantería.

 

A día de hoy, Mark Slaughter trabaja como actor de doblaje y compositor para la televisión. Tengo por ello la esperanza de oír sus cuerdas vocales atronando en algún film de Pixar, e incluso si fuera posible oír algún tecladillo y alguna batería con reverb en la sintonía del telediario me pondría muy contento.

 

 

 

 

Es tan guapo... a Mark Slaughter me refiero

 

2 comentarios

NtmeC -

Kiüs: las voces de mariquita metalera me ponen bastante como digo; el soniquete de putón de Beverly Hills me parece celestial.

Kiüs -

En primer lugar, me gustaría echarle una ojeada al libro del anterior artículo ;)

Con respecto a "Marcos Sacrificio", tiene una voz estupenda. Es de esas que le dicen "de mariconas" pero, sinceramente, son las que más me molan(junto con las graves de cojones). Es curioso, no me gustan los extremos en ningún ámbito, salvo en las voces de cantantes... :P