Thrash metal ochentero
No sé exactamente quién dijo que en la moda, todo es repetir lo que se hacía años antes. De un tiempo a esta parte, en el mundo del metal está pasando algo parecido. Amén de los montones de grupos que surgen cada día con la etiqueta -core en su sonido, hay un cierto número de bandas que están trayendo a la actualidad ecos del pasado, sobre todo del más cañero. No es de extrañar por ello, en cuanto al metal extremo, la reunión de dos mitos como Carcass y At The Gates para el Wacken 2008 (también es que hay mucha pasta de por medio, para qué negarlo), y el surgimiento de, por ejemplo, Violator o Municipal Waste, ambas bandas con apeñas 3 o 4 años de existencia, pero que ofrecen música de hace 20 años: thrash metal ochentero.
La intención de este artículo no es otra que, desde el enorme cariño y afición que tengo por el thrash y desde el punto de vista personal e intransferible, ofreceros las claves de lo que es un buen thrasher 80's, tanto musicales como estéticas y afines. Nos embarcamos en un viaje en el tiempo hacia la, para algunos, gran década del heavy.
El sonido thrash: cuando el heavy metal dejó de ser suficiente
A pesar de que Bruque proclamase a los cuatro vientos que el heavy no es violencia, en cierto modo la estética, lírica y sonidos metálicos tienen un componente agresivo del que no puede ni le interesa huír. Bajo mi punto de vista, y dejando aparte (porque no vienen al caso) discursos particulares de grupos concretos, el grueso de la temática heavy precisa de música contundente para dotar de fuerza al mensaje. Ojo: no estamos refiriéndonos a violencia sin sentido, pues en todo momento el aficionado con dos dedos de frente sabe que todo “no es más” que música, maneras de pensar y opiniones personales de las bandas; quizá quienes no lo tuvieran claro fueron las autoridades y los padres de aquella época, pero eso no es nuevo.
Llegó el momento en que los problemas de los jóvenes, y por lo tanto las maneras de ver las cosas cambiaron. La psicodelia de finales de los sesenta y años setenta, y esa especie de refugio en los alucinógenos y en la música para no afrontar una realidad con la que no estaban contentos, dio paso a una preocupación por el entorno, y un deseo de cambiar las cosas y de denunciar todo lo considerado denunciable, desde la opresión paterna, pasando por la preocupación y el escepticismo ante la influencia de lo nuclear (algo muy importante en las letras de aquel entonces) o las injusticias sociales. Es cierto que ya mucho antes, se había usado el metal como crítica a la sociedad de la época (Black Sabbath y su War Pigs es un claro ejemplo), pero la contundencia y claridad con la que lo hicieron los thrashers no tenía precedente hasta entonces. No bastaba decirlo claro, había que decirlo alto y fuerte.
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Creo que por todo eso, ciertas bandas empezaron a poner sus ojos en el punk para enrriquecerse con él. A pesar de que la calidad musical de ambos estilos difiera bastante entre sí, por aquel entonces al heavy metal le faltaban dos cosas que con el tiempo formarían parte intrínseca de su sonido, pero que en su momento tuvo que pedir prestadas en parte al punk: velocidad y aún más potencia. El punk no era muy técnico, ni desde luego un ejemplo de complejidad musical, pero por aquel entonces en fuerza y km/h se llevaba a cualquier banda de metal de calle.
Gracias a esta fusión, aquellos chavales inquietos pudieron acompañar convenientemente un mensaje que, de otro modo, quizá hubiese quedado demasiado edulcorado. Y su intención era otra: Metal Up Your Ass, que decía el título de una demo de Metallica.
De todas formas, hay que dejar clara una cosa: el punk influenció a los thrashers, pero no como para considerar el género como un sucedáneo punketa. El thrash metal se apropió del tempo del punk y ganó en potencia al fijarse en los músicos con cresta, pero seguía siendo metal. Esto, entre otras cosas, significaba que las letras clásicas del estilo seguían presentes: rebeldía. unión de los headbangers, ensalzamiento del metal, temática oscura... aparte de, como ya he mencionado, los asuntos que cada grupo gustase de tratar particularmente.
Dos formas de entender el thrash metal: Europa y E.E.U.U.
U.S.A siempre ha sido muy suya para sus cosas, y este caso no es la excepción. Los americanos tuvieron una manera particular de entender el thrash, influenciados claramente por la NWOBHM. Es por eso que el sonido thrasher estadounidense, sobre todo el de la llamada Bay Area (una zona en San Francisco, California, de la que surgieron grupos como Metallica, Testament o Exodus) es significativamente más melódico, tanto en voces como en música, que el de la vertiente europea, con Alemania a la cabeza. Incluso pasado el tiempo, la base punkarra se fue diluyendo en una complejidad compositiva mayor y en una melodía más sobresaliente.
Por contra, en el Viejo Continente el thrash metal fue por lo general muy oscuro, rápido y contundentísimo. Más influenciados aquí por Venom, en algunos casos el sonido thrash europeo, sobre todo el de los germanos Sodom y Destruction, se acercaba mucho a lo que más tarde se conoció como black metal.
Pongámonos un pelín frívolos: estética thrashera
"Tíos, tengo la corazonada de que hoy sí entramos en Pont Aeri"
Lo visual es muy importante en el metal. ¿Acaso alguien se imagina a Bruce Dickinson subido a un escenario en chándal? (si además del chándal llevara puestas zapatillas de cuadritos, a mí no me importaría verlo). Por eso, los thrashers tenían ( y tienen) ciertos signos de identidad acordes con la música que practicaban y/o escuchaban.
Los pantalones de pitillo y las mallas negras, o por qué es importante tener un par de cojones: es verdad que en los ochenta, las chaquetas con hombreras y los pantalones de pitillo estaban a la orden del día, pero había que saber llevarlos con dignidad. Los pañuelitos de colorines en el cinto o las mallas fosforitas había que dejárselas a Mötley Crüe; un thrasher de pro prefería mil veces unos pantalones medio rotos o unas sobrias mallas oscuras que cardarse el pelo y ser confundidos con una puta de Beverly Hills. No es que no te pudiera gustar Bon Jovi, que tampoco, es que no está bonito hablar de guerras y apocalipsis mientras te preocupas de que no se te corra el rimel con el calor.
Camiseta con portada de disco y chupa vaquera sin mangas llena de parches de grupos, o por qué la gente debe saber cuál es mi rollo: tu vés un videoclip de Tino Casal y uno de Van Halen y no te hubiese extrañado que salieran juntos de copas. Por eso es importante dejar claro desde el principio que perteneces a la milicia del metal (otra vez Metallica, si es que son uno de los papis por algo), y que si hay que hacer mosh tú eres el primero. Si la camiseta tampoco tiene mangas, se ganan puntos.
Un finalista del concurso Pelo Pantene ensaya una de sus estrategias para vencer
Botines con lengüeta king size, o por qué es necesario calzado cómodo para darse empujones: a los punks no sólo les cogimos prestada un poquito de la música, también fue su savoir-faire el culpable de que la gente no se cruce de brazos y simplemente asienta con la cabeza en los conciertos de Slayer. El uso de deportivas por parte del colectivo thrash supuso un aumento de la calidad de vida, sobre todo de cara a la asistencia de conciertos masivos. Lo que no tengo claro es lo de las lengüetas gigantes.
Complementos, o por qué un cinturón de balas no es hortera: el toque final de la vestimenta caracerística venía dado por el cinturón de balas, las muñequeras deportivas, y en algunos casos cintas en el pelo (que casi siempre era rizado o cuanto menos ondulado, cosa que también desconozco por qué es así). Otros grupos, como los Anthrax, también se ponían bermudas horteras, lo que nos enseña una vez más que los metalheads somos más tolerantes de lo que parece. Además, a ciertos baterías les dio por tocar con guantes, algo que siempre me ha hecho pensar que deben sudar como cerdos.
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Por otro lado, también eran admisibles las cadenas y tachuelas que ya los Judas empezaron a hacer populares por aquellos entonces, pero quizá los thrashers, sobre todo los yankees, fueran más comedidos en su uso.
Discos necesarios para entender de qué va esto
Motörhead – Motorhead (1977)
A estas alturas, no hace falta hablar de Lemmy. Un hombre que, según se dice, se tiró a un transexual por error y espetó “si él ha tenido cojones para quitárselos, yo los he tenido para follármelo” dudo que necesite presentación. Hace 30 años que se juntó con dos amigachos más y creó un disco de rock directo, agresivo y contundente, que serviría de influencia posterior a gran parte de la escena metálica. Una muestra más de por qué las personas con berrugas deben ser tenidas en cuenta.
Venom – Welcome To Hell (1981)
Un colega siempre me lo dice: “Venom tocan y suenan como el culo, pero tiene un encanto especial”. Estos tres señores ingleses decidieron, a principios de los 80, vestirse de negro y contar historas de satanismo de vodevil al ritmo de un heavy metal rancio y sucio, tamizado con un punk directo y veloz. Very strong para aquella época. Además de ser los papis del black metal, le caerían muy bien a la gente de Vicisitud y Sordidez, porque uno de los miembros fundadores de la banda lleva...¡bigotón! No os asustéis si los primeros segundos de este disco suenan como una cisterna corriendo: ese es la magia de los Venom.
Metallica – Kill'em All (1983)
Si bien es cierto que algo antes, Metal Church ya habían dado los primeros pasos en el género gracias a una demo de thrash “embrionario” llamada Red Skies, se puede decir que la banda de Hetfield y Ulrich tienen el honor de ser considerado los pioneros del thrash metal. Ya con la famosa demo No Life 'til Leather (que se grabó estando aún Dave Mustaine de Megadeth en el seno del grupo), los aficionados sabían que algo novedoso se estaba gestando. Cuando Kill 'em All vio la luz, trastocó absolutamente los esquemas de la peña. La velocidad, la caña, la garra, la rabia... nunca nada parecido había sonado en el vinilo de aquella forma. Tanto es así, que muchos fans se decepcionaron cuando en el siguiente álbum, Ride The Lightning, incluyeron el tema Fade To Black, mucho más tranquilote de lo habitual. El resto de la historia ya la conocéis, y de Load, Reload y toda la pesca no hace falta hablar. Simplemente, y a título personal, Metallica dejó el thrash en el Black Album (y aún en éste no siempre es explícito). Y sí: el Master Of Puppets es de obligada escucha.
Slayer – Reign In Blood (1986)
El año 86 se considera the big year of thrash. Metallica, Destruction y Kreator, junto con el grupo que nos ocupa, parieron 4 discos fundamentales del género. De éste en concreto se dice que si las voces fueran guturales, sería un disco de death metal. Y es que Reign In Blood es casi una enciclopedia del thrash cafre, una apisonadora sónica que te taladra los oídos sin contemplación. Esta reseña, muy del estilo Rafabasa, define a las mil maravillas este discazo. Además, en ésta época es cuando el vocalista y bajista de los Slayer me recuerda vagamente al guitarra de Stryper.
Kreator – Pleasure To Kill (1986)
Si Slayer son lo más bruto de E.E.U.U., aquí tenemos a uno de los titanes thrasheros germanos. Pleasure To Kill es, además de un bello título para un disco, una declaración de intenciones por parte de las huestes de “Mille” Petrozza. el vocalista y guitarra de la cara de pan. Con los dos siguientes álbumes, Terrible Certainty y Extreme Agression, rizarían el rizo, ganándose los corazones de los metaleros. En la década de los 90 les dio, como a muchos otros, por experimentar con sonidos industrialoides, lo que significó que mucha gente los mandara a tomar por culo. Al final han vuelto al redil, y Enemy Of God del 2005 no está mal. Lo importante en realidad es que Pleasure To Kill es sucio, furioso y oscuro. 100% producto europeo.
Overkill – Feel The Fire (1984)
Los videoclips de Bon Jovi se reconocen por los pantalones paqueteros; a los Overkill, además de por facturar un thrash excelente (que con el paso del tiempo fue tomando un camino ligeramente diferente, pero thrasher al fin y al cabo), se le conoce por su vocalista, “Blitz” Ellsworth. Este simpático señor puede presumir de una garganta finísima, lo que le dota de una voz aguda y rasgada que lo hace único. Además Bobby Gustafson, el guitarra, merece ser querido: sólo hay que verle en, por ejemplo, el videoclip de Elimination (tema del álbum The Years Of Decay). ¿Que qué tal los Overkill? Black leg, my friend.
Destruction – Eternal Devastation (1986)
Ya os dije que este año 1986 venía fuerte. Puedo decir de Destrucion que es una de las bandas más sucias y rabiosas que he tenido el placer de escuchar, con unas composiciones muy agresivas, llenas de oscuridad. Al igual que sus compatriotas Sodom, los alemanes se encuentran claramente muy próximos al black metal, en algunos casos creo que llegando más allá que algunas bandas de este estilo.
Sodom – Agent Orange (1989)
Aunque me he ido al año 89, cualquiera de los discos anteriores de Sodom serviría como ejemplo de una banda thrash con un potencial increíble. Ya desde el nombre de guerra de su bajista y vocalista, Tom Angelripper, estos tíos nos avisan de qué van. Son la muestra perfecta de que con sólo tres personas es posible liarla de lo lindo. Su trayectoría ha sido bastante regular, cosa de la que no muchos grupos pueden presumir.
Tankard – Chemical Invasion (1987)
No todo van a ser reivindicaciones y remover conciencias; los Tankard dedican el 90% de su repertorio al cachondeo y a letras sobre birra (de esto último da fe la panza de “Gerre”, su vocalista; el vivo ejemplo de que los metabolismos son unos hijos de puta). Este tipo de dibujo en la portada fue una constante en gran número de grupos de la época, dan sensación como de la Troma; no me extrañaría nada que a el bajista de los Anthrax le molase la saga de El Vengador Tóxico.
Anthrax – Spreading The Disease (1985)
Junto con Slayer, Megadeth y Metallica, Anthrax es considerado pilar fundamental del thrash metal. La verdad es que es un grupo muy particular; coquetearon con el rap (grabando alguna cosilla con Public Enemy), por los que se les podría considerar pioneros en eso que más tarde se llamó nu-metal, tenían una visión bastante personal del género y la polémica con su primer vocalista, Joey Belladona, y sus que si me voy, que si me quedo son uno de los más conocidos culebrones del metal. El caso es que sus primeros discos son verdaderamente hermosos.
Megadeth – Rust In Peace (1990)
Que a Mustaine le gustaran las sustancias diversas, que tenga cara de amargadillo y un carácter de mil demonios se entiende: le dieron la patada en el culo los de Metallica de mala manera. Lo que nadie se esperaba es que su carrera despegase precisamente gracias a eso, facturando un thrash metal contundente y con mucha técnica, con esos riffs que tanto nos gustan. Este Rust In Peace es considerado por algunos el último trabajo de thrash metal de la vieja escuela.
Testament - The Legacy (1987)
Chuck Billy, vocalista de este grupo, no sólo tiene cara de jefe indio sino que es una de las voces más versátiles del metal. Lo demuestra cuando de vez en cuando se marca algún gutural, de esos que te hacen dilatar. Allá por el 2001 superó un cáncer y a día de hoy sigue dando caña. Eso sí que es thrash metal.
Punto y aparte: el thrash metal patrio
En España el fenómeno thrash llegó un pelín tarde. Hacia la segunda mitad de los 80, cuando el estilo sufría el boom en Europa y Estados Unidos, a nuestro país empezaron a llegar importados (y gracias también al colega que se iba de vacaciones a Londres) algunos trabajos de thrash, calando poco a poco en los heavys hasta que alguno de ellos quiso formar su propio grupo para tocar aquel nuevo sonido.
De Muro supongo que no hay mucho qué decir. Más cercanos realmente al speed metal que al thrash, llevaron con orgullo aquello de “el grupo más duro son Muro”. Además de ellos, grupos como Crom o Legion izaron con más o menos fortuna la bandera del thrash en la Península Ibérica.
"¡Ostia! Se me ha olvidado poner a grabar Escenas de matrimonio"
Quizá Legion, junto con Muro, fue el grupo que más lejos llegó en lo suyo y que tuvo mayor fama. Su álbum debut de 1989, Lethal Liberty, además de contar con una portada cuanto menos curiosa está compuesto de muy buenos temas, entre los que destaca uno cantado en castellano (el resto en inglés) llamado Mili KK, que se convirtió en un himno por aquel entonces. Tras un segundo álbum,Mind Training (no tiene nada que ver con la Nintendo Ds) que pasó sin pena ni gloria, el que se prometía como el discazo del grupo, Labyrinth Of Problems, tuvo mucha menos repercusión de la que se vaticinó. Supongo que la producción regulera no ayudó demasiado.
Si queréis saber más de thrash metal en España, en la excelente biografía de los Legion, realizada por Tomeu Canellas, que está en la web Metal4All podréis encontrar suculenta información acerca del grupo y del rollo thrasher de la época.
Despedida y cierre
Espero que este tour por el bonito género del thrash metal os haya abierto el apetito musical, y ya estéis apuntando material para buscarlo en la mula. Si en alguna cosa no estáis de acuerdo, o queréis hacerme alguna apreciación, no dudéis en hacerlo en los comentarios, siempre con el cariño y amor que merecemos. El mismo que os tenemos. Qué bello.
Chuck Billy os dedica una balada, para que os vayáis contentos
25 comentarios
Carlos -
René -
Este Domingo recien pasado, en Chile, pudimos disfrutar de la vieja escuela del thrash made in chile...y quedo claro que el movimiento sigue vivo y con mas fuerza que nunca...vi desde pendejos hasta cincuentones coreando y difrutando en un solo mosh... Nuclear, Kingdom hate, Warpath, Execrator, Dorso pero por sobre todo PENTAGRAM...
THRASH TIL DEATH!!!!
jorge -
solo quiero cooperar algo y BUENÍSIMO EL POST!!!
M3T4L_D0N4L$ -
Bueno, gracias por publicar posts como estos, para gente tan inexperta como( soy una novata...¬¬') jajaj....supongo que eso cambiará con el tiempo!!
Saludos \m//
SuruHardcore -
Bueno gente ! Heavy & Thrash 4 Ever Motherfuckers!!!
kevin -
fuldes G -
Salud a todos, y Camarón era el mehó!
NtmeC -
Fuldes Gargamel -
Saludos a todos menos al Serpiente, que me he enterado que se casa y el cabrón no me ha avisado aún. Además le gusta el flamenco y toca swing
NtmeC -
Blasphemy: thanks por la información, curiosamente me enteré hace poco de ésto; me parece de puta madre que los veteranos sigan haciendo lo que les gusta en la medida de lo posible.
Blasphemy -
http://www.barbarianinvasion.com
ente-serpiente -
En relacion al tema que atañe los mensajes anteriores pienso que los venon tocaban mal ;-).
Voy a culminar a lo grande: !Los musicos de "llas" son gente que no tiene amigos sinceros que les digan que eso es una puta mierda!!! (....dicen que el gran beethoven hoy tocaría roooockkkk!!)
Arriba el thrash-metal.
El Vengador Tóxico -
NtmeC -
fuldes: bienvenido. Estoy de acuerdo contigo cuando apuntas que Venom no eran tan malos, lo que pasa es que esa suciedad y ese, en cierto modo, chusquismo es lo que más recuerda uno de la banda.
Huelga decir que añado vuestros sites a nuestros enlaces.
fuldes -
Espero que os mole
Saludos
fuldes -
El Vengador Tóxico -
NtmeC -
La verdad es que como dices, la lista de grandes discos del género es casi inagotabl; en ella incluiría el Beneath The Remains sin dudarlo, para mí un enorme disco y una de las bases del metal más extremo en mi opinión.
Si el primer disco de Fuck Off sonaba a culo, la producción del Labyrinths Of Problems de los Legion a mí me horroriza; este álbum con un sonido pelín distinto hubiera pegado todo lo fuerte que a priori se vaticinó. Pero es que esa batería... ya se hacían cosas extrañas con la percusión antes del St. Anger, I promise.
Y sí colega, yo también tengo las épocas de escuchar un disco mil y una veces, y ahora que por fin tengo el coche, el desgaste de cd's va a ser morrocotudo.
El Vengador Tóxico -
Excelente artículo.
NtmeC -
Me ha faltado matizar algunas cosillas, y podría haber añadido algún disco más, pero creo que como acercamiento al género no está mal del todo.
Legnatore -
NtmeC -
Tampoco te creas que estoy muy puesto en el tema, no son más que meras opiniones mías que siempre pueden ser rebatidas. Lo que me gusta de todo esto es que haya quien se anime a pillarse discos y a escuchar más música gracias a estos artículos; eso no está pagao.
Y estoy seguro de que Dickinson va a comprar el pan en zapatillas y con pantalon de chandal. Fijísimo.
Kiüs -
Como siempre, me encanta que sigas regalando tus conocimientos, sobre todo a gente como yo, eternamente iniciados en todo, sin llegar jamás a ser veteranos(si es q hay más a parte de mí xD)
Oye, pues estaría bien ver a Bruce en chándal y zapatillas de cuadros, le faltaría el País bajo un brazo y un papelón de churros en el otro para ser el anunciante del fin del mundo xD
En fin, que gracias por compartir y que sigas poniendo posts como este :D
NtmeC -
Ahora que mencionas Vendetta, lo último que han sacado hace poco después de 15 años sin nada me parece un pelín feo. Es que escuchas el "Go And Live...Stay And Die" y el nuevo y te recorren escalofríos. Al menos a mí.
¿No es otro discazo el "Eternal Nightmare" de Vio-lence? Y otra banda que se me ha olvidado mencionar son Morbid Saint; el "Spectrum of Death" es un señor disco. Si es que son tantos colega...
Milgrom -
Saludos tío