El Sonido de la Bestia
Siempre digo que en muchas ocasiones, un buen momento se presenta por absoluta casualidad. En este caso, buscando un libro me encontré con uno de esos hallazgos musicales bizarros que tanto me molan, y del que tengo que dar fe (y nunca mejor dicho, ya veréis) delante de todos vosotros. Agarraos que vienen curvas.
Cada vez que me meto en el blog de Pruebas de Estupidez , aquí llamado como ya sabéis Humanidad Supina, me encuentro arriba a la derecha de la página con la portada de El Sonido de la Bestia, hermosa lectura para el headbanger medio en la que se aborda la historia del metal desde sus comienzos hasta la época actual. Tengo ganas de agenciármelo desde hace ya tiempo, así que me dispuse a buscar por la Red información y alguna crítica del libro en cuestión. El caso es que al introducir en el buscador el sonido de la bestia, una de las entradas que me apareció hacía referencia al nombre de un disco. La primera reacción fue levantar una ceja y, con una sonrisa de medio lado, abrir la web esperando encontrarme algún disco de thrash metal sudamericano ochentero. Sin embargo, tuve que tragarme mi escéptico gesto porque lo que hallé era aún mejor que eso.
La madre del Cordero. Si se os ocurre algo que comentar, adelante. Yo me quedé sin palabras
Cuando ante mis ojos se mostró la portada del álbum en todo su esplendor, se me descolgó la mandíbula como una piragua. Y eso que he estado en muchas gasolineras, viendo cientos de expositores de cintas de artistas undergrounds con ediciones que ríete tú del fondo Grecas del Windows 98. Pero aquello iba mucho más allá. Vosotros mismos lo estáis contemplando: la foto de Richie Ray y Bobby Cruz, cuyas poses y vestimenta los hacen dignos merecedores de aparecer en el tópico guateque de película de destape, pegada de manera descarada (a pesar del fallido intento de disimularlo, poniendo el fondo de la instantánea del mismo color que el dibujo de los dragones) encima de un dibujo que una de dos, o lo han sacado de la etiqueta de una botella de licor digestivo del restaurante chino de la esquina, o lo han recortado vilmente del libro de colorear de alguno de sus hijos.
Bien sabéis de mi pajerez en todos los sentidos, y cuando ví eso no pude menos que buscar respuestas: ¿quiénes son Richie Ray y Bobby Cruz? ¿A qué coño suena este disco? ¿Ganará mucho un portadista en Sudamérica? Lo primero que hice fue buscar la biografía de los dos buenos señores que nos enseñan sus sonrientes rostros en El Sonido de la Bestia. Y cuando la leí caí en la cuenta de que me encontraba ante algo muy grande, que enrriquecería mi cerebro ávido de extravagancias, amen de ayudarme a actualizar el blog.
Resulta que el dúo fue uno de los pioneros en eso de la salsa, allá por finales de los sesenta, vendiendo muchísimos discos y llenando recintos por donde quiera que fueran. Pero Richie Ray se cansó, y harto de fama y fortuna se metió en el cristianismo (hablamos de 1974, más o menos), enrrolando junto a él a su colega Bobby. Lo enorme de todo esto es que decidieron usar su música para difundir el mensaje de la Iglesia, por lo que a partir de entonces sus discos de salsa dejaron de lado la temática fiestera/salchichera y predicaban la palabra de Dios. Pero con base de salsa. ¿Es o no es de tócate los cojones? Aquí la biografía, para que quede bien claro que hablo basándome en echos reales.
El Sonido de la Bestia no es otra cosa que salsa con letras cristianas. Stryper meets Celia Cruz. Os lo digo porque me he pillado el álbum trasteando por ahí (sí, podéis amarme), y es una verdadera y absoluta pajerada de principio a fin. El disco hasta suena bien, y es una delicia oír ritmos latinos mientras nos cuentan, por ejemplo, el retorno del bíblico hijo pródigo a su casa en la estupenda canción Juan en la ciudad, o se lamentan del estado actual del planeta en la absolutamente imprescindible Pa'tra y pa'tra, en la que provoca la risión a la par que vergüenza ajena oír versos como “no se han dado cuenta que las cosas han cambiado, los hombres se hacen mujeres, y la mujer se ha liberado”. Un análisis sociológico que deja a Max Weber en braguines.
El remate de los tomates es que Richie y Bobby terminaron por hacerse pastores evangelicos, dejando de lado su música y reuniéndose sólo eventualmente para tocar. Informaciones de última hora señalan que han colgado la sotana y han vuelto a los escenarios, pero lo importante es que en 1980, un par de colegas nos brindaron una cosa más con la que flipar.
A lo mejor y seguramente Viruete o el staff de Vicisitud y Sordidez conozcan cosas más bizarras que ésta (la experiencia es un grado), pero ¿a que esto que os he traído mola?
Les pediría la bendición sin pensármelo
14 comentarios
JOSE RACCHUMI -
TIENEN MAS DE 105 DISCOS Y MAS DE 600 CANCIONES A DEMAS DE 45 AÑOS DE GLORIOSA TRAYECTORIA MUSICAL.
NtmeC -
Dani -
NtmeC -
Sanjuu -
Pues resulta que hay un disco titulado Beast's Sound del año sesenta y pico de un grupo de estos que te hace ver colorines y demás, toda una oda a la bestia lisérgica que corría por sus venas en el momento de componerlo xD Lo tengo por ahí pero no recuerdo el nombre de la banda, ya te lo diré =)
Milgrom -
NtmeC -
Por cierto Milgrom, ¿cómo ha ido la cosa?
Milgrom -
NtmeC -
A mí Stryper, grupo de hard rock cristianísimo, me encantan, y los oigo bastante.
Evil Preacher -
NtmeC -
Y en cuanto al libro, he leído por ahí que quizá se centra demasiado en la escena americana, y tiene algún fallo puntual, pero la verdad es que estoy por pillármelo pronto. Yo tengo por aquí en inglés en formato pdf un libro sobre metal extremo, sobre todo black, que no está nada mal, y quiero encontrar por algún lado otro que ha salido hace poco sobre la historia del death y el grindcore, aunque éste no está traducido, ya os contaré.
Milgrom -
NtmeC -
Bueno, los Stryper tienen "To Hell With The Devil", y hacen hard rock cristiano. Supongo que las frases sacadas de contexto, es lo que tiene.
Kiüs -
La biografía no me sale xD ya la buscaré por ahi :P
weno, nada, a cuidarse ^^