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El viejo continente chochea

El viejo continente chochea

 

Anoche estuvimos viendo mi novia y yo la final de Eurovisión. Yo nunca había podido disfrutar de semejante espectáculo, porque siendo sinceros nunca llegué a pensar que podía ser divertido. Otra cosa más que aprendo junto a Cristina.

El caso es que como algunos de ustedes ya sabrá resultó ganadora una muchacha que, con todo mi respeto a las lesbianas, seguramente fue al concurso en un camión Pegaso. No me mosquea que sea homosexual, me indigna que semejante cagarro de canción, una balada de la que los mismísimos Bee Gees se avergonzarían, saliera vencedora en un festival por el que desfilaron una clase de personajes que, como dijo mi novia, "parece que han cogido a lo puto peor de Europa y lo han traído a cantar"; lo de puto peor en nuestro caso es una expresión de afecto y cariño.

Todavía me indigna más que la representante de Ucrania, un travesti de los de café clandestino de la dictadura franquista pero en versión los Urales, quedara en un segundo puesto, cuando su canción era una mierda de iguales dimensiones que la ganadora pero sin duda más divertida y más homo-cachonda, todo un punto a favor.

Todo esto me lleva a pensar que en Europa, o somos muy pelotas del vecino o no tenemos oído. En un debate posterior a la emisión del concurso, en el que diversas personalidades de medio pelo (no podía faltar la gordita aquella que hacía de cajera en El Super, que me la imagino en su cuarto rezándole a un altar con la foto de Encarnita Polo rogándole a los dioses que se celebre un cutre-evento cada mes) conversaban acerca de lo divino, lo humano y los paquetes de los concursantes, Jose María Íñigo, aquel hombre de poblado bigote que asistía asombrado a una de las demostraciones del dobla-cucharas Uri Geller, declaró que el sistema de votaciones debía cambiar. Nunca pensé que fuera a preocuparme nada relacionado con un guirigai como Eurovisión, pero sorpresas te da la vida.

Como el Íñigo dice, eso de votar al vecino de al lado es una mamarrachada. Lo jodido no es que unos ganen y otros pierdan, que al fin y al cabo la vida es eso, sino ver como la política, el untamiento a quien interesa y la sonrisa de turno acompañada de la puñalada trapera correspondiente se ha implantado en algo que se supone va enfocado a la diversión, el descubrimiento de hits del verano y el sentimiento de vergüenza ajena; pa echar el rato vamos. No así que Eurovisión ya parece una partida del Risk.

Lo que me consuela es pensar que seguramente, la mariquitusa de Ucrania ha obtenido más busquedas en Youtube que la marimacho de Serbia. Si no es así, espero que Devourment saquen disco pronto y de ese modo, poder escuchar una verdadera mierda con conocimiento de causa.

3 comentarios

Cristina -

Di q si mi niño, q nos lo pasamos muy bien,una lasaña, 2 litros de coca-cola y un paño de cocina como bandera y a disfrutar, y luego a indignarse con Serbia,Ucrania namber wan!!!!

Amberdawn -

Grandes verdades comentas NtmeC. El espectáculo de anoche fue bastante surrealista... al menos para mí que me tragué el programa entero...

Habían canciones que, dentro de lo que cabe, no estaban mal... Eran originales y guardaban la compostura (cosa que no pasaba con Ucrania, por ej).

La verdad es que a mí me sorprendió la canción ganadora... La camionera bollera no cantaba mal, pero la canción en sí... ¿Qué tenía de especial? ¿Qué aportaba? Absolutamente nada... Una balada floja y una puesta en escena aún menos interesante...

Por el contrario, hubieron espectáculos excesivamente rocambolescos, véase la horterada de UK con esos imitadores de Aqua (aquellos del Barbie Girl) o la actuación de los franchutens...

También me sorprendió el tercer puesto, las rusitas colegialas ansiosas de que te comieras su guinda... Actuación, creo que más que dirigida a los varones europeos faltos de "amor".

Sin duda alguna, bajo mi humilde opinión, dentro de lo que se pudo ver... había una canción y una cantante que se merecía mucho más ganar el concurso... y era Moldavia. Una canción medianamente buena y sin duda, la cantante tenía mucha mejor voz que nuestra serbia...

Realmente, me gustaba más ver el festival cuando era una niña inocente que ignoraba que las votaciones se basaban en todo, menos en musicalidad y tecnicidad. Dónde quedaría aquella inocencia...

En cuanto a lo de la cajera de El Super, no sé porqué os sorprendéis de que haga de comentarista de un programa qué, reunió lo peor de Europa. En estas cosas, va todo relacionado...

En fin, un saludo y repito, gran comentario el tuyo.

Nos vemos!

Sappy -

Amos a ver, que Eurovision es un espectaculo lamentable es algo conocido por todos, o al menos casi todos.

Lo que me jode es que haya gente de la talla de la cajera de El Super, opinando de "musica" (lo entrecomillo porque no se si calificarlo como tal) esa es la gente que nos crea una opinion acerca de el talento musical de alguien?

Vergonzoso es la unica palabra que se me ocurre :)