Historias para no dormir
Además de haber adoptado (en gran parte gracias a los Judas Priest) el cuero o el sky chungo en nuestra vestimenta los jevos hemos hecho nuestro el color negro. Puedo jurarles que he visto dirigir miradas de odio a un grupo de aficionados al metal por no ir vestidos con el uniforme de rigor. Yo me pongo en su lugar, unos pantalones de pitillo en agosto tienen lo suyo.
Se admira por ende a los artistas del género que portan con orgullo ropajes pseudo-sadomaso y que han borrado de su vida el arcoiris. De quien les hablo hoy es un gran ejemplo de ello; incluso, para alegria y jolgorio del colectivo blackie, completa su figura maquillándose el rostro con formas fantasmales y siniestras. En su caso, no puedo asegurarles si ha sacrificado alguna virgen en el bosque para sentirse unido a la Naturaleza.
Como apoyo de la estética los metalheads de todo el mundo suelen gustar de cantantes que utilizen su voz como una alarma de reloj Casio gigante, convirtiendo la famosa proeza de Ella Fitzgerald de romper un vaso mediante la vibración de sus cuerdas vocales en una absoluta mariconada. No podemos negarlo, aunque en ocasiones quisieramos: un vocalista con voz de niña de cinco años nos vuelve locos. El ser humano sobre el que hoy les escribo consigue producir con el micrófono lo que vendría a ser una pelea en una guarderia, con chillidos que más parecen la queja de un perro cuando se le pisa la cola que una voz humana. Y no vean como mola.
Finalmente, desconozco la razón de que nos apasionen tan desmesuradamente las historias de miedito y/o cagaleri (igualmente nos ponen cachondos los cotilleos sobre personas de nuestro mismo colectivo, pero aún no he oído ninguna canción que hable de esto. Aprovecho para emplazarles a que me las envíen si las encuentran), pero es así. Supongo que será porque están chulas. Nuevamente, nuestro amigo ha usado cada uno de sus discos para contar un cuento de terror conceptual; porque esa es otra: desde que los powermetaleros de quince años fundamentan la bondad de la música que escuchan en que los grupos matadragones usan escalas y recursos de música clásica (grande Viruete ), muchos son los proyectos que se han presentado con la etiqueta de progresivo, o aludiendo a sus maravillosas y enrrevesadas composiciones para caerles bien a los melómanos; por desgracia o por suerte, sólo existieron unos Led Zeppelin.
Tras la información que les he facilitado, alguno de ustedes podrá preguntarse: ¿por qué ha incluído este tío en la categoría de olvidados a un señor que por lo que nos cuenta, debe ser la ostia consagrada del heavy? Pues precisamente porque la gente pasa de su puta cara.
King Diamond es el nombre al que responde este gran hombre. Compositor genial (siempre con la ayuda de Mr. Andy Larocque), contador de historias innato, jevy metá con dos cojones y un palito. Oscuro, conceptual, y según dicen buen chaval. Y la peña sigue mandándolo al carajo, o directamente desconociendo su obra.
Ningún disco realmente malo (aunque algún altibajo ha tenido; qué sería del rock sin ellos), conciertos sublimes en los que cabe señalar que utiliza un pie de micro que consiste en dos tibias humanas formando una cruz. Una gilipuertada que nos pone burracos. Grandes canciones, y podría seguir pero para qué, si por mucho que diga cosas buenas sobre Diamond los videos de Mötley Crue seguirán saliendo más que los suyos en VH1.
Tampoco sé esta vez los motivos que llevan a los headbangers a ignorar al danés. A lo mejor es que no tiene melena y eso les cabrea. Quizá es que más que el terror nos motiva el gore, y como no podemos decir huevos con aceite para cantar alguno de sus temas, ni nos molestamos en enterarnos de los que nos quiere decir en los álbumes. Tal vez no ha sabido hacerse la suficiente publicidad.
No quiero creer, aunque también es posible, que lo que nos ocurre es que somos carajotes; carajotura en el sentido de que al final, acabamos oyendo lo mismo de siempre. Con cabreo les digo que en mi caso, estoy de Numbers Ofs Thes Bests y de Painkillers hasta donde nunca da el Sol. Sí, sí, están guays, pero un rato. Pero siempre volvemos a la rutina musical, recuperando el Kings Of Metal de la estantería del tito Enrique, alias El Accept, y asándonos con la chupa en pleno agosto.
Les juro que en los momentos en los que pienso en estas cosas, me arrepiento un poquito de haber dejado Psicología. Hay tantas personas que necesitan ayuda...
8 comentarios
Anónimo -
Por cierto, un poco off-topic, muy bueno el blog. Enhorabuena.
NtmeC -
DMS2 -
Uno de los temas que más me gustan es "Sleepless nights"... quién dice que el danés no puede poner voces graves? Escuchen! ;)
A pesar de que me gusta su música y tal siempre me ha hecho mucha gracia la manera de pintarse.
Milgrom -
En cambio, a mi me gusta, pero siempre me ha hecho mucha gracia su forma peculiar de cantar. Me imagino muchas veces, hablando con mi novia, como llegó Diamond a la conclusión de que a partir de ahora cantaría así. La cara de aguantarse las risas del resto de músicos deberían ser antológicas:
-"Chicos, para este disco, voy a usar un recurso que nadie ha usado antes"
-"Dinos King"
-"He pensado que como no podemos contratar a una chica para que haga doblete en las voces para los personajes femeninos, podría hacerlo yo"-
Los musicos se miran entre ellos:
-¿Cómo?, ¿pero no puede quedar un poco alejado del aspecto terrorífico que queremos dar?
-"Al revés será escalofriante, escuchad"
Acto seguido King empieza a cantar con su voz normal, cuando de repente lanza un agudo totalmente fuera de lugar y de tono mientras canta la parte femenina. El guitarrista mira al bajista, ambos están a punto de partirse la caja.
-"A que mola"- dice King
-"Uy si es un pasote"-responden a punto de soltar una carcajada.
-"De que os reís"
-"De nada de un chiste que me ha contado éste antes de entrar"
-"Bueno pues menos cachondeíto que el que os paga soy yo"- King se va
-"Joder tio, yo esto no me lo pierdo por nada del mundo, imáginate cuando salgamos de gira, va a ser el descojone total, esto es pa verlo"
Por cierto muy interesante el blog y bastante afín con mis gustos y manías. Te enlazo si no te importa.
Un saludo
Viru -
Entra mi compañero hierros por la puerta del despacho. Dice: "ha llegado King Diamond".
Yo: "joder.. pues dile que pase".
Se refería a que había llegado la remesa del nuevo disco para distribuir.
A lo mejor contado no hace mucha gracia, pero me reí mucho.
deikakushu -
Kiüs -
Cristina -