Pajerismo con presupuesto
La cosa va últimamente de pelis. Tras el estupendo post anterior de Cris acerca de The Rocky Horror Picture Show (que pueden disfrutar más abajo), toca ahora otro artículo sobre séptimo arte. Porque sí, porque nos gusta. Porque es nuestro blog.
Anoche Cristina y yo fuimos al cine tras un tiempo sin pasarnos por allí. Además de que teníamos muchas ganas de ver una película cuyo planteamiento (el mundo zombie) nos enganchó desde que lo conocimos, deseo que se confirmó totalmente cuando vimos el trailer del film, es que en Sevilla hace tela de calor y en la sala de cine se está fresquito.
La peli en cuestión no es otra que Planet Terror. A pesar de ir de lo que iba y de prometer, al menos para nosotros, un rato de descojone y regocijo la cinta no ha provocado (o al menos yo no lo he notado) mucho revuelo por la Red. Supongo que por eso, y también porque en nuestra ciudad no hay tantos pajeros como pensábamos (podría ser también que estuviesen en la playa o que sus mamis no les dejaran salir tarde) la sala estaba casi vacía; unas diez o doce personas habríamos allí.
Atención: las siguientes líneas pueden contener algún spoiler que otro. Que si no, no tiene gracia.
Personalmente veo la producción de Rodríguez como un homenaje, al igual que ya hiciera Tarantino en Kill Bill y sobre todo en su primera parte, al cine de serie z, particularmente en este caso al de temática gore. En la cinta hay tetas y culos (bonitos primeros planos de esto a una bella zagala), hay desmembraciones, chorros de sangre, descuartizamientos, pus supurante, chistes malos y de base una historia que podría haber servido de fondo a cualquier film de cajón de saldo de videoclub. También hay científicos sin escrúpulos, soldados del ejército americano (-SPOILER- uno de ellos es Tarantino, que protagoniza una risible escena donde el problemilla con lo zombi provoca el paulatino derretimiento de sus partes pudendas -FIN DEL SPOILER-), -SPOILER- referencias a Bin Laden –FIN DEL SPOILER- y todas esas cosas que tan poco a cuento vienen pero que particularmente tanto nos agradan.
No parece que la nueva compañera de curro de House vaya a dejar putearse tanto como Cameron
La coña marinera de toda la historia es, como no, ver a una tía con una metralleta metida en el muñón de lo que antaño fue su pierna. Para los gourmets de lo burdo seguramente sea una falta de respeto a la saga Evil Dead de Raimi, en la que como bien sabéis el grandioso Bruce Campbell se acopla una sierra mecánica a su brazo mutilado; sin embargo yo lo veo más como uno de los muchos guiños que a lo largo de Planet Terror se hacen a otras producciones famosas del género.
Otra cosa que me ha molado especialmente es que los zombies no corren, con una cadencia en su andar muy de Romero o aloneinthedarkiana. Mejor así porque caen más rápido y hay más sangre y vísceras y cachondeo. Que oye, a mí un muerto viviente (en este caso –SPOILER- enfermos por un virus -FIN DEL SPOILER-) corriendo más que los protas no me mola, porque lo que yo voy a ver es como un grupo de tíos masacran sin miramientos a un montón de engendros y no a presenciar una metáfora de como la decadencia de la civilización occidental corre a devorarnos (?).
“Cuando me entere quien ha sido el que ha aparcado en la plaza de parking para minusválidos se va a cagar”
Los efectos muy currados tú, se nota que había un pastizal de por medio y lo han sabido gastar en casquería, reventamientos de cabezas, maquillaje, helicópteros militares, bases abandonadas y demás zarandajas. El guión pues lo dicho, que si -MEGA SPOILER- un gas tóxico convierte a la peña en zombi, que si una historia de amor adolescente entre dos de los protas, uno de ellos con un enigmático pasado (un buen recurso que explico luego, con su correspondiente MEGA SPOILER), que si Bruce Willis estuvo en Irak y le jodieron a él y a sus hombres, una historia secundaria de un médico hijoputa que tiene a la mujer cogida por los ovarios -FIN DEL MEGA SPOILER-; vamos, regusto cutre a raudales. Como mola.
Realmente, pienso que en este caso la historia tampoco importa mucho. Vale, que es una bizarrada válida para el caso y que tiene chicha, pero justo la que necesita bajo mi punto de vista una mierda de este tipo y no un ensayo peliculizado sobre la influencia de Freud en el cine checo de la década de los 70. El director piensa igual que yo, -MEGA SPOILER- llegando en un momento dado a cortar la película haciendo una elipsis temporal hacia delante (durante la que se explica, entre otras cosas, el pasado de uno de los protagonistas que ya mencioné antes) -FIN DEL MEGASPOILER-, como diciendo: no me toquéis los cojones que aquí habéis venido a ver zafiedades y no un guión acojonante. O a lo peor es que se les acababa el dinero y tenían que acabar pronto. Ahí ya no me meto.
Eso de la elipsis también resulta ser otro guiño más al cine del que toma referencia, pues –SPOILER- la forma en que corta la cinta es haciendo creer al espectador que el rollo se ha quemado, como si de una vulgar película de sesión golfa proyectada en un aparato en mal estado se tratase; además a lo largo del film también se producen pequeños saltos en los fotogramas, pérdida del color y puntuales bajadas de volumen de sonido, todo hecho a conciencia -FIN DEL SPOILER-. Con dos pelotas.
A todos esos pajeros que vayan a ver Planet Terror pensando encontrarse con una nueva obra maestra del gore o con la idea de buscarle cuantos más defectos mejor siento decirles que van a decepcionarse. Si tienen el sentido del humor y la poca vergüenza que les presupongo muy probablemente se les haga el culo Pepsicola, pero la película como ya he dicho no es otra cosa que un homenaje al mal gusto y la roña que muchos fagotizamos sin cargo de conciencia alguno. El film divierte, desde luego a Cristina y a mí nos gustó mucho, y es una película de las que sin duda mola ver en pantalla grande y una verdadera alegría en estos tiempos de frikismo de moda, pero tampoco es la nueva Braindead; más que nada es que no le hace falta. Cine pajero palomitero para pasar el rato, sobre todo entre personas afines al tema para comentar la jugada y demostrarse unos a otros lo bizarros que son buscando los pequeños tributos al cine costroso.
Algunos usuarios indignados de la crema de baba de caracol acuden a las oficinas centrales de la compañía a darle un recado al presidente de la misma
Ahora pasará igual que con La Casa de los 1.000 Cadáveres, en la que muchos vieron lo que en mi humilde opinión era el culto al cine zafio pero otros se indignaron por tamaño insulto pretencioso a los maestros del gore. Coño, pasadlo bien como seguro lo hicieron los creadores del filme y dejad las críticas concienzudas y despotricantes a los redactores de Fotogramas (aunque igual le dan 3 estrellas como a La Matanza de Texas 2004, con esta gente nunca se sabe).
Resumiendo: película para pasarlo bien, aliviarse pensando que hay peña más pajera que tú y que da la oportunidad a los amantes del cine casposo de ver con holgado presupuesto una historia que no hubiese desentonado nada en la ola de productos fílmicos underground de los 80; eso sí, conviene dejar los prejuicios de lado, porque si te pones a analizar detalladamente los distintos sacrilegios a la serie z sin detenerte en disfrutar sin más la peli apaga y go out. Nosotros desde luego nos lo pasamos de puta madre, y ya estamos planeando ir a ver la doble sesión de Ovejas Asesinas y Desmembrados. Oh sí, mierda visual pura. Vosotros haced lo que queráis, pero podríais echar el rato viendo esto y dejar el Ulises de James Joyce para otro día.
“Está bien cariño, ahora ábrete un poco más de piernas y… ¡Eh, tú! ¡¿Qué coño miras?!”
