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Un encuentro sevillano

El jueves pasado Cris y yo caminábamos por la ciudad en lo que dimos en denominar una tarde-noche muy sevillana: primero una cervecita en Triana y luego un paseo hasta la Macarena para cenar pescaíto frito al lado de la muralla. Porque nosotros también somos un poco chovinistas de vez en cuando y desde luego, sevillanos y amantes de serlo.

Sentado estaba con una croqueta en la boca cuando mi novia me llamó la atención sobre un hombre más bien mayorcete que se encontraba en la barra. Me fijaba en él pero no caía en quién era, si bien me sonaba la cara extrañamente (sobre esto no me puedo fiar mucho porque me suenan las caras de casi todo el mundo). Finalmente Cristina me desveló la identidad de aquel señor que con su cervecita fue a sentarse junto al grupo de personas con el que venía precisamente en la mesa de al lado de la nuestra: aquel tío era Ricardo Pachón.

Quizá no os suene el nombre de nada, pero cuando me fijé en él sentí hasta un escalofrío: Ricardo Pachón ha sido productor de Camarón, Pata Negra, Veneno, Smash, Lole y Manuel; produjo la serie documental sobre flamenco El Ángel, en la que participaron la gran mayoría de artistas que he mencionado antes además de otros muchos; ha dado conferencias y hecho ponencias en bienales flamencas y otros actos relacionados con el mundillo y en definitiva, fue un personaje importante, al menos bajo mi punto de vista, en lo que yo llamo la revolución del flamenco allá por los años setenta, de la que ya os hablamos aquí.

Creo que ya os contamos que por educación musical y proximidad a todos estos estilos desde muy tierna edad mi novia y yo hemos vivido muy cerca la realidad de todos esos grupos y artistas (Cris quizá los más próximos a la transgresión del flamenco y a la fusión con el rock y el progresivo, y yo personalmente y sobre todo gracias al gusto de uno de mis hermanos también pude disfrutar de flamenco más ortodoxo), por lo que tener a escasos centímetros al señor Pachón nos puso los pelos un poco de punta.

Comentando la jugada empezamos a hablar del género, y de la curiosa fusión de violines, rock y flamenco de El Garrotín de los Smash, presente en aquel disco compartido con  El Agujetas y Manolo Sanlúcar Vanguardia Y Pureza Del Flamenco, pasamos a charlar sobre el hippismo exacerbado de toda aquella peña que hace ya 30 años dieron la vuelta a un género y terminamos disertando sobre la mala vida de ciertos artistas y la repercusión que ha tenido eso en su trayectoria personal y profesional. Ya sea por que no se enteró o porque pasaba del tema Ricardo Pachón no nos miraba, aunque también puede ser que pensara que no es cosa de meterse en conversaciones ajenas aunque en cierto modo te atañan.

No me pude acercar a él porque no quería interrumpir su velada con sus acompañantes, pero me hubiera encantado decirle que me crié acompañado de entre otras muchas con piezas musicales en las que él había participado de un modo u otro, e igualmente habría sido estupendo charlar con él acompañado de Cristina aunque fueran cinco minutos sobre aquella época y esos otros tiempos, momentos que particularmente a mi novia y a mí nos fascinan.

Al final cada uno tomó su camino, Pachón y cía. se quedaron disfrutando de la cena y Cris y un servidor seguimos nuestra ruta en busca de un helado. Ya en la cama me quedé pensando en lo curioso de los encuentros y las personas: para nosotros ver tan de cerca a aquel hombre supuso una alegría, para otros seguramente no hubiera supuesto más que tener a su vera a un viejo con bigote.

Por cierto, estoy pensando en nuevo diseño para el blog y en dinamizar la cosa, subiendo más artículos y promocionándonos más. Estad atentos, al menos los dos o tres que seguís por aquí.

3 comentarios

Milgrom -

Bello encuentro, yo como soy un cagón me acojono en cuanto veo a un famosos y no digo nada aunque me muera de ganas.

Y sigo por aquí al menos unos cuantos días...

NtmeC -

Kiüs: La verdad es que nos sorprendió mucho el encuentro y además de orgullo creo que sentimos como un leve cosquilleo, si bien yo me quedé como digo con las ganas de acercarme y decirle algo. Igual otro día nos lo encontramos en otro contexto y puedo charlar con Pachón al menos un momento.

Kiüs -

Yo hubiese sido de los que ven a un viejo con bigote, sinceramente...Pero, aunque no lo reconozca en el momento, si luego me entero que he estado cerca de alguien con una merecida fama(o un no merecido casi anonimato)me siento orguulloso, como supongo que estáis vosotros no? jeje